en un restaurante lleno de buena compañía
I.
Después de beber tu saliva
t e f u i s t e
y la isla se me hizo ancha
como una raya
que se expande
que se pierde
mientras el carro vuela
y se derrite el asfalto.
Te hago vigilia
prendo velas
canto oraciones
invento palabras,
c a l i q u é l i c a,
así eres tú
mientras vuelvo
a saborear tus resinas
acidosas en mi paladar
de perro
II.
Hay besos y besos
lenguas pesadas y alientos;
Zúrich me aprieta,
costillas
cosquillas y palabras
caracoles, arena
olor que no despega
y mientras la nieve
se vuelca al ventanal
tu saliva se me seca
Canto a tu fuga
v i s c o s a
mientras tu furor se me cuelga
entre el verbo y la música
entre el verbo y la razón
entre el verbo verde
carne triste
Siempre es tarde en Estambul
cinco de la tarde
en alguna parte
IV.
Después de beberme tu saliva
la ciudad se me hizo amarga
se me expandió
l a v o z
¡Zúrich, imposible!
¡Y e r t o!
la sangre me hervía
y el celuloide de tus piezas
crujió
cuando también
salí de allí
V.
Llueve en Nepal
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