De pudores y otras prácticas

Reseña:

Pudor, Roncagliolo, Santiago. Santillana Ediciones Generales S.L. 2004. 184 páginas.

En comentario a su novela Pudor, dice el autor, que la suya es una novela “sobre la intimidad, sobre los deseos y los miedos que no confesamos ni siquiera a quienes más queremos, sobre los secretos con que nos protegemos para que los demás no nos hagan daño”. Con relación a sus personajes advierte que, “como muchas familias, todos esos personajes viven juntos y todos están solos”. Y ciertamente lo están, es en gran parte sus respectivos pudores y prácticas los que les enajenan. Publicada originalmente en 2004, esta corta novela, es una narración cuyo contenido no sólo se rescinde a la dimensión sentimental con la que el autor trata el tema de la familia; también funge como tesis acerca de las relaciones espirituales, físicas e interiores de individuos frente a tiempos modernos. El pudor al que Roncagliolo se refiere, no tiene sólo que ver con sexo, tiene que ver también con sus interpretaciones sobre el significado de la palabra en sí.

Relacionado a las reservas que pudiese tenerse con relación al sexo (definición del Pequeño Larousse Ilustrado), Roncagliolo propone una mirada versátil al tema frente a la cotidianidad; ese pudor del que habla, está socavado en la naturaleza de la familia, y es precisamente ahí que enmarca a varios de sus personajes más contundentes. El tiempo perdido, la vida mal invertida, la novedad confusa, la inocencia inexplicada, la soledad de estar acompañado; todos fungen como descripción adecuada para cada uno de los adyuvantes en esta historia. Vista desde afuera como una narración a seis voces (Lucy, Alfredo, Mariana, Sergio, Papapa y Rocky), Pudor contiene una intertextualidad no sólo sugerente, sino analítica al comentar cuán afectadas (y por tanto enajenantes) pueden ser nuestras relaciones humanas, en especial, esas que surgen alrededor del núcleo familiar latinoamericano.

El autor ha mirado bien a estos tiempos modernos, y con los vestigios que aún se recogen de ellos, ha compuesto una historia que capta al lector desde el inicio. Santiago no ha perdido detalle: ha anotado el fallecimiento del orden matriarcal desde la primera página, e intenta sostener que esa conciencia, no ha sido transferida a la próxima generación, al contrario, se ha perdido por causa de la represión y el régimen matrimo-familiar impuesto por el nuevo tren de vida. También es puntilloso –sin ser canónico – al resaltar la decadencia de la figura del pater frente a la inminente ruptura del tríptico masculino (padre, hijo y nieto), mostrándolo como tres componentes de raíz común pero futuro incierto.

Al leer vemos que el autor parece no sólo reseñar el peso que tiene el pudor en sus distintos contextos sobre cada personaje, sino teorizar en pequeña escala –pues la familia es una institución de individuos que conforman el ente social – la evidente deconstrucción del orden establecido.

Pudor es un libro de ágil lectura (característica favorable de los nuevos narradores latinoamericanos) y, en mi opinión, un comentario sólido frente a la evolución de esa nueva estructura, la post-familia. Es también un gran acierto narrativo pues, en pocas páginas, captamos a cabalidad la psicología detrás de antiguas imposiciones frente al contexto de nuestro nuevo mundo felíz; un mundo frío, de cocacolas y rimmel a domicilio; de infidelidades y liftings, de fantasmas y Transformers, de instintos primitivos y riesgos por tomarse, en fin, de pudores y otras prácticas.


2 observaciones:

Iva said...

quiero leerlo. regalamelo. jejeje.

Jorge Ariel Valentine said...

Hmmm....
Deja ver qué puedo hacer por ti.
Ya pronto es navidad... déjame hablar con los 2 Santos Reyes de Santa Isabel (recuerda que Baltasar el pederastra está preso)a ver si te has portado bien.







"Had I known I was dead
I would have mourned my loss of life"

- Ota Dokan

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