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Subject: Misiva sobre su libro y otros asuntos

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10/12/2007

Estimado Conde,

Lamento mucho haberme perdido la tertulia sobre su más reciente publicación en la tienda del librero Alfredo, ya sabe que el viaje desde Brighton hasta Stone River es uno largo, en especial en días de semana. No soporto el abarrotamiento en los caminos, en especial cuando la claque decide toda llegar a sus casas a la vez. Además, tuve serios problemas para acomodar la cita; Lady Marmelade estuvo disgustada conmigo por varios días y decidió regresar al palacio de sus padres a las afueras de la ciudad. Ve entonces que, a pesar de intentar viajar, el ánimo en el que estuve hubiese arruinado su ágape.

También tuve un escollo, el inspector Jarvis regresó con órdenes precisas; la comandancia ha decidido que me deshaga de Ubrick, mi clon. Alegan que no puede haber dos del mismo cuando uno está presente, pues, las confusiones de personas están prohibidas en esta ciudad. ¡Qué desfachatez! Supongo que, para eso de evitar las confusiones subsiguientes, también prohibirán los espejos con tal de no confundir a los gendarmes y demás insulsos cuando se encuentren frente a dos que sean uno frente al mismo, ¿comprende?

De todos modos, intenté persuadir al buen inspector con vino barato y cierta joya que obtuve en un juego de cartas en el Salón, pero fue infructuosa mi propuesta. El comisario alega ser un hombre de ley y orden que no anda por ahí aceptando regalos. Por eso he decidido enviar a Ubrick a casa de mi primo el Vizconde de Copperpot; espero no se confunda con él; Ubrick es aún tierno y no podría aceptar que se le tilde de mí cuando todavía no comprende que es él yo, ni mucho menos sobre laxantes y remedios de evasión contributiva. A veces lo miro y pienso que será un buen político cuando comprenda su dualidad. ¡Bah! Continuaré informándole tan pronto surja algo.

De cualquier manera, el viaje hubiese sido en vano Stone River; ya había reseñado favorablemente su publicación frente al foro citadino y recuerdo que le envié copia de la misma; así que, demás están los esfuerzos por repetir mi opinión sobre su valía como narrador, escéptico gubernamental y filósofo.

Ahora me despido, más compromisos me aguardan, no así, espero me escriba pronto con miras a saber de usted y cómo va la compra vía Ebay de eunucos para su colección.

Se despide de usted,

Sir John Marmelade Stockhausen VanBuren Walston II

Conde de Brighton

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