Sobre el amante de mi abuela...

El amante de mi abuela, muere. Tiene cáncer. Ella quiere verle. Nadie le ha dicho no. Todos guardan ese silencio inofensivo y pernicioso que nada compone. Lo sucedido es otro de esos secretos a voces. En sus años de rebeldía, cuando aquella descabellada aventura defendía, la abuela gritó al viento que, aquel hombre pudo arrancarle el único suspiro de las entrañas. Un orgasmo; el primero y último. ¡Con razón no lo olvida! Quizás, porque esperando estuvo todos estos años, es que ahora quiere saberlo vivo aún.

Años de impotencia incipiente. Impotente. Quizás desea verle el rostro arrugado y seco al amante que se muere, para acordarse del sufrimiento y el gozo. Ese hombre guarda una mítica mezcla de atributos divinos y animales. Aquel amante que llegaba en su camión plateado y oloroso a mierda. El mismo que, sin pudor, frente a los nietos y escondido tras las sombras, se colocaba tras la abuela, para menearse un poquito, mientras fumaba un cigarrillo, para luego tirar el polvillo al suelo que todo lo bebe. El amante que pegaba sin remilgos. La bestia que la hacía gritar y gemir a la vez, mientras esperábamos para salir de paseo. El ser que, sin preguntar, obligaba y se reía.

Fueron años de alivio al saber que el amante de mi abuela ya se había ido.

Ahora el hombre se muere. Y mi abuela, igual que en aquellas fechas, quiere ir corriendo a verlo. Dicen que no recuerda nada; ni los golpes, ni las madrugadas bebiéndose el alma. Son así las memorias sagradas. El único recuerdo en la boca de la mujer es aquel unigénito orgasmo, mientras el resto de la familia se queda esperando. No sabría que decirle…

Estas líneas, tal vez, me describen.

Adiós, amante otoñal. Para usted una despedida franca y a distancia. Y que mi abuela le responda al alma, que ya bastante mayorcita está para andarse con elegancias.

5 observaciones:

Jorge A. Vega said...

Definitivamente estas de vuelta Ernesto.... Increíble... sigo encontrando mas sorpresas cada vez que se publica un escrito. Fenomenal!!!

Isabel Batteria said...

Tremendo.

Iva said...

Uff. Qué fuerte.

Anonymous said...

Que suerte saber que no soy la unica en escribir de esos temas que a la gente le encanta escuchar pero que a nadie le gusta decir.

Yolanda Arroyo Pizarro said...

Estoy sin palabras; es un escrito visceral y maravilloso.







"Had I known I was dead
I would have mourned my loss of life"

- Ota Dokan

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