Continua el alerta a causa del susodicho AH1N1 y, al parecer, estamos destinados a hacerlo parte de nuestra vida así como nos ha pasado con tantas otras enfermedades del trópico (dengue, malaria, fiebre del Nilo y bromidrosis). Comienzo así gracias al estado de alarma en que nos ha puesto el gobierno, nuestros vecinos y cada una de las personas que nos pasa por el lado. Ya no son foraneas las imágenes de chinitos enmascarados, a pie o en bicicleta, hoy son La Noticia del Día. Ahora nos pasan a cada rato niños (simulando los hijos de Michael Jackson) y adultos enmascarados, a la merced de la desinformación y las recomendaciones de telereporteros a deuda de una agenda: el contagio está en el aire y mata.
Lo que llama la atención es el giro a lo serie “24” que ha tomado toda esta “crisis”: que si el gobierno no dice nada, que si los abastos de medicamento están en manos de unos misteriosos, que si el epidemiólogo del estado no sonríe; unos conque sí y otros conque no; el gobernador llamando a que nos lavemos las manos mientras los rumores de muertos y más por confirmar siguen sin nombre en la pantalla del televisor.
Espero que no me tomen a mal, pero, hay que bajarle un poco el tono a esta situación si no queremos sucumbir a los nervios antes que a “La Porcina”, quitarle lo rimbombante y “hollywoodense”. No digo que ahora volvamos a toserle la cara a cuanta persona nos pase por el frente, me refiero a que este mal hay que atacarlo como lo que es: una enfermedad prevenible si cambiamos nuestros hábitos y rutinas (incluyendo la manía de no ir al doctor). Desafortunadamente, la mala costumbre es ley y nadie se indigna lo suficiente como para que se nos tome en serio a aquellos que deseamos vivir concientes de que algunos mueren antes que otros, por horrible que sea.
He pasado desde el jueves hasta hoy visitando salas de emergencia y habitaciones de hospital (es larga la historia, pero todos estamos bien) y este fin de semana me ha tocado ver gente morirse de ataques al corazón, canceres, dengue y un ataque de pánico; ninguno de Hacheuno Eneuno... Un gran amigo me dijo hace un tiempo que las estadisticas son el mejor tipo de mentiras. Comienzo a pensar que no se equivoca.
¿Dónde está Jack Bauer cuando más se necesita?
1 observaciones:
¿ERES UN GESTOR CULTURAL?
Saludos,
Le escribe Katsí Yarí Rodríguez Velázquez, asistente de investigación del proyecto auspiciado por la Maestría en Gestión Cultural de la UPR en Río Piedras, Mapa Cultural del PR Contemporáneo. Como parte del proyecto, estamos recopilando información de múltiples organizaciones y gestores relacionados a los ámbitos de la creación, la educación artística y la gestión cultural. Nuestro objetivo es desarrollar un archivo digital que contribuya al estudio de las prácticas culturales contemporáneas.
Para estos efectos, hemos diseñado un cuestionario en línea para organizaciones culturales, gestores y educadores en las artes ( http://mapacultural.wordpress.com/2009/05/26/¿eres-un-gestor-cultural-2/).
Nos interesa que usted figure en el inventario de artistas y gestores de nuestro mapa cultural. Además, es nuestro interés documentar la labor creativa como gestor cultural en su carácter individual.
Le agradecería infinitamente que complete los cuestionarios referidos. Si lo prefiere, otra opción sería coordinar una entrevista y encontrarnos donde sea más conveniente.Gracias
Katsí Yarí Rodríguez Velázquez
Asistente de investigación
Maestría en Gestión y Administración Cultural
Programa en Estudios Interdisciplinarios
Universidad de Puerto Rico en Río Piedras
(787) 764-0000, ext. 7893 ó 7087
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