Tu voz en el contestador dice que quizá sea hora de despertar, de salir, de desenredarme de mí, y probablemente enredarme en alguna refracción pasajera, de esas que te encuentras más por casualidad que por ventura al salir de la habitación, o del hueco en el suelo, o del frigorífico, o del televisor.
Cae fría la lluvia, sin embargo, por alguna razón, prefiero olvidarlo… y a ti, y al contestador, y a la absurda retina que me observa mientras pienso si debo contestar o no el teléfono.
Es cierto que resulta fría la mañana siguiente… Ya deberíamos saberlo, lo hemos probado todo.
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3 observaciones:
Excelente y cautivante título; toque poético y sombrío; expuesto bellamente. No sabía que tenías esa vena poética. También, esos tres párrafos sería un extraordinario comienzo para un cuento de más extensión. Sigue adelante.
es la primera vez que visito tu caja de cartón...espero que esa lluvia no caiga en él, que sigamos leyendo más de usted..
saludos
Interesante. Logras transmitir ese sentido de que ya pronto acaba algo, pero sin decirlo. Buen trabajo.
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